![]() The Seven Holy Servite Founders (mid-13th century) Can you imagine seven prominent men of any large modern city banding together, leaving their homes and profession, and going into solitude for a life directly given to God? That is what happened in the cultured and prosperous city of Florence in the middle of the 13th century. At this time, the city was torn with political strife as well as by the heresy of the Cathari; morals were low and religion neglected. On the feast of the Assumption in 1233, seven of the members of a Florentine Confraternity devoted to the Holy Mother of God were gathered in prayer under the presidency of Alessio Falconieri. The Blessed Virgin appeared to the young men and exhorted them to devote themselves to Her service, in retirement from the world. It was in 1240 that they decided to withdraw together from the city to a solitary place for prayer and the service of God. The eldest was Buonfiglio Monaldo, who became their leader. The others were Alexis Falconieri, Benedict dell'Antella, Bartholomew Amidei, Ricovero Uguccione, Gerardino Sostegni, and John Buonagiunta. Their aim was to lead a life of penance and prayer, but they soon found themselves disturbed by increasing numbers of visitors. They next retired to the deserted slopes of Monte Senario near Florence, where the Blessed Virgin appeared to them again. There the nucleus of a new Order was formed, called Servants of Mary, or Servites, in recognition of their special manner of venerating the Seven Sorrows of Our Lady. In 1244, under the direction of Saint Peter of Verona, O.P., this small group adopted a religious habit similar to the Dominican habit, choosing to live under the rule of Saint Augustine. The new Order took a form resembling more the mendicant friars than the older monastic Orders. One of the most remarkable features of the new foundation was its wonderful growth. Even in the fourteenth century, the Order had more than one hundred convents in several nations of Europe, as well as in India and on the Island of Crete. The Rosary of the Seven Sorrows is one of their regular devotions, as is also the Via Matris, or Way of the Cross of Mary. Saint of the Day: The 173 Saints of the new Missal. Edited by Leonard Foley, O.F.M., Vol. I (Saint Anthony Messenger Press: Cincinnati, 1974); The Catholic Encyclopedia, edited by C. G. Herbermann with numerous collaborators (Appleton Company: New York, 1908). With permission. Les Sept Saints Fondateurs des Frères Servites Le 15 août 1633, sept nobles Florentins, célébrant pieusement la grande fête de l'Assomption, eurent chacun une vision de la Très Sainte Vierge, les invitant à une vie plus parfaite. Leurs noms étaient Bonfils Monaldi, Buonagiunta Manetti, Manetto de l'Antella, Amédée des Amidei, Uguccione des Uguccioni, Sostène des Sostegni et Alexis Falconieri. S'étant convertis, ils renoncèrent à leurs richesses, se couvrirent de vêtements pauvres et se retirèrent, le 8 septembre suivant, dans une humble maison, pour célébrer ensemble la Nativité de Marie. Leur commun dessein de vie religieuse reçut la sanction d'un miracle. Pendant qu'ils mendiaient leur pain de porte en porte, tout à coup, en les voyant, un petit enfant de cinq mois à peine les acclama sous le nom de Serviteurs de Marie. Ils gardèrent ce nom, évidemment venu du Ciel, et commencèrent, sur une montagne voisine, une vie toute céleste, reposant sur une grande pauvreté, une austère mortification, la méditation de la Passion de Jésus-Christ et de la douloureuse Compassion de la Sainte Mère de Dieu. Cet institut nouveau fut approuvé par le Pape Innocent IV, et se développa rapidement en Italie, en France, en Allemagne et en Pologne. Les Sept Fondateurs, après un laborieux apostolat, fécondé par de nombreux miracles, moururent entourés de la vénération des peuples et furent ensevelis à leur tour dans le même tombeau, en sorte que la mort ne sépara pas ceux que la vertu avait unis dans un tendre amour pour Jésus et Marie. Honorés depuis longtemps comme Bienheureux, ils furent canonisés par le Pape Léon XIII pendant les fêtes du Cinquantenaire de son sacerdoce. Abbé L. Jaud, Vie des Saints pour tous les jours de l'année, Tours, Mame, 1950. Avec permission. Los Siete Santos Fundadores de los Servitas (siglo XIII) La amistad ha sido siempre cantada en la Sagrada Escritura. "El mejor tesoro es un buen amigo". Hoy más que nunca se habla y escribe de fraternidad y solidaridad. Buen reclamo, pues, estos siete Santos Fundadores, con su mensaje para este mundo que tanta necesidad tiene de verdadera amistad y de generosa entrega. Estamos en el siglo XIII y en la rica y artística ciudad de Florencia. Es este un caso insólito en la vida de la Iglesia, que ella celebre en su liturgia a tan elevado número de Santos, sin preocuparse de sus nombres ni de sus vidas, siendo que no murieron mártires como en tantos casos a través de los siglos de la Iglesia. Mártires sí que los hay en grupo y sin saber sus nombres. Entre los demás, no. Apenas si sabemos sus nombres. Parece que fueron estos: Bonfilio Monaldo, Bonayuto Manetti, Manetto dell'Antella, Amidio des Amidei, Ugoccio des Uguccioni, Sostenio des Sostegni y Alejo Falconieri. Eran unos comerciantes de Florencia pertenecientes a las más distinguidas familias de la ciudad. Formaban parte de una especie de Cofradía en honor de Santa María y que el pueblo conocía como "los laudes" o "los alabadores de la Santísima Virgen". Ellos eran algo así como la Junta directiva de esta Asociación Mariana y estaban llenos del espíritu de Dios y de un filial afecto hacia la Virgen María. Una de las Crónicas, después de afirmar que nadie sabía distinguirlos entre sí, en cuanto al fervor y observancia regular se refería, escribió: "Hubo siete hombres de tanta perfección, que nuestra Señora estimó cosa digna dar origen a su Orden por medio de ellos. No encontré que ninguno sobreviera de ellos, cuando ingresé en la Orden, a excepción de uno que se llamaba fray Alejo... La vida de dicho fray Alejo, como yo mismo pude comprobar con mis ojos, era tal, que no sólo conmovía con su ejemplo, sino que también demostraba la perfección de sus compañeros y su santidad". ¿Cómo llevaron adelante aquella empresa? - El cielo se encargaría de abrirles los caminos: El día de la Asunción, 15 de agosto, los siete recibieron una común iluminación: "Ponerse, a pesar de sus imperfecciones, a los pies de la Virgen María para que Ella obtuviera de su Hijo el perdón de todas sus faltas y los aceptase para la gloria de su Hijo y la suya... siendo siempre y en todo, los servidores de esta Reina y Señora y por ello se llamarían siervos de María". Bien pronto fueron aprobados por su propio Obispo y por el Papa después. Las gentes los tenía como santos pues decían que obraban muchos milagros. Cierto día cuando recorrían las calles de Florencia pidiendo limosna, unos niños que ni siquiera hablaban aún, exclamaron al pasar ellos: "He ahí los servidores de la Virgen. Dadles limosna". El Viernes Santo de 1239 la misma Virgen María se les apareció para señalarles que fuera negro su hábito y que aceptasen la Regla de San Agustín. Pronto empezaron a acudir jóvenes que deseaban abrazar aquella vida de austeridad y de servicio a la Virgen María a la que estaban especialmente dedicados. Desde un principio quisieron hacer hincapié en estas notas distintivas de su espiritualidad: Amor al retiro o soledad y también ejercicio del apostolado cuando fuere necesario pero especialmente con esta dirección: Propagar la devoción a la Virgen María en especial bajo esta faceta de su cooperación dolorosa a la Redención de Jesucristo. Fueron muriendo poco a poco los seis fundadores. Sólo sobrevivió a todos ellos San Alejo que es el más conocido y el que tuvo la alegría de ver propagada la Orden de la Virgen María por muchas partes con abundancia de vocaciones. Tuvo perseguidores como era natural por ser obra de Dios pero, pasados algunos siglos, el 15 de enero de 1888, el Papa León XIII los elevaba a los siete al honor de los altares. Con el permiso.
1 Comment
7/8/2019 05:59:43 am
I have a very limited knowledge about The Seven Holy Servite Founders (mid-13th century) that's why I want to thank you for posting several information about it, I've learned a lot! When it comes to the history of any religion, I suck at it because reading a bible didn't become a habit for me. But I am sure that I have my own faith and I trust him with all my heart. Some people might say that I am exaggerating it, but that's the real thing!
Reply
Leave a Reply. |
BlogOur blog offers information on our monthly liturgical services, special events, news, and donation requests for our church and missions. It will also contain homilies for reading or printing. Archives
January 2021
Categories
All
|